Poquísima gente hace dinero escribiendo un blog o produciendo un podcast o videos para YouTube. De los que hacen dinero, solo un porcentaje muy pequeño llega a cantidades suficientes como para comer de eso o que les repercuta significativamente en la economía. Es uno de los motivos por los que yo elijo no poner publicidad de terceros en mi blog. Nada que ganar poniendo publicidad, pero sí que perder. Quiero ofrecer a mis visitantes una experiencia libre de publicidad que no han solicitado y evitarles que por accidente terminen haciendo click en páginas extrañas con malware o simplemente tracking que luego te persigue por todos lados. Me gusta que tengan una experiencia tranquila y disfruten de los contenidos sin molestos pop ups, ni imágenes cutres o rocambolescas de publicidad. Es una forma de generar confianza a los visitantes de la web.

Mi recomendación es que tu blog sea claro, limpio, agradable de leer y sin publicidad.