En la retrospectiva de esta semana hemos hablado sobre todo del proceso de desarrollo. Nuestro proceso se apoya en kanban, no hacemos scrum. Scrum es demasiado lento para la velocidad con que nos entran peticiones de cambio de funcionalidad. Nuestros sprints son de una semana y el objetivo es la entrega constante.
Lo que ha sucedido esta semana es que las tareas terminadas se han acumulado a las de sprints anteriores y hemos perdido la información de qué funcionalidades se estaban entregando. La solución que se nos ocurre es que la persona que recoge las incidencias y se encarga de notificar a los clientes de su resolución y de nuevas funcionalidades, esté presente en las reuniones
diarias (daily stand up meeting). Además las tarjetas del kanban estarán tambien en nuestro trac, cuando coincidan con historias de usuario (hay tarjetas más pequeñas que una historia de usuario). Intentaremos que todo el mundo conozca el estado de una funcionalidad desde que se escribe la historia de usuario hasta que se notifica al usuario su puesta en producción. Para ello, todo el mundo es responsable de ayudar a definir bien las historias de usuario, si van a entrar en el WIP (work in progress) y nuestro dueño de producto no ha tenido tiempo de estudiarlas a fondo. Cada uno se reponsabiliza al coger una tarjeta para implementar, de que se finaliza, de que no se queda nada atrás y también de que se avisa de cuándo está subida a producción.
Esta semana toca hacer pruebas de carga de nuestros sistemas para estar seguros de la cantidad de conexiones que podemos aguantar con la puesta en marcha de nuestro nuevo producto. El objetivo de las pruebas de carga no es lanzar muchas peticiones contra el servidor y ver que aguanta, sino hacerle peticiones hasta que se caiga, y entonces tener la medida más precisa posible de hasta cuánto aguanta. Lo contrario sería un falso positivo.
Por otra parte, el haber elegido javascript como lenguaje principal para las nuevas aplicaciones, ha aumentado temporalmente el bus factor y los viernes estamos haciendo sesiones formativas sobre el lenguaje, aunque necesitamos que todo el equipo lea libros en su tiempo libre. En otras circunstancias no pediría al equipo que leyese en su tiempo libre temas profesionales pero siendo una empresa de poco tamaño que tiene metas tan fuertes, no queda más remedio.